Hay pocas respuestas y muchas preguntas

Miro el pasado y no se que sentir, hay cosas que prefiero olvidar y otras que daría todo para que volvieran a pasar. Hoy echo de menos a muchas cosas y no las puedo sacar de mi memoria. Quizás me arrepiento de no haber dicho no cuando no quería algo, de saber si alguna vez falle como persona, de entender esas mentiras que alguna vez dije para no hacer daño a terceros y contradecirme a mi misma por que nunca me han gustado las mentiras. Se que no es bueno vivir con el pasado, siempre he sido partidaria de vivir el presente y todo lo que hemos vivido tomarlo como una herramienta que nos haga fuerte y ganar sabiduría a través de estas experiencias. Aún así el pasado, el presente o el futuro para mi es uno solo. A veces vivir de los recuerdos no es bueno, pero que seria de nosotros sin esos bellos momentos o esos no tan buenos los cuales tratamos de mantenerlos alejados de nuestro conciente. De obviar nuestras expectativas emocionales o profesionales que a todos nos entretiene saber como será en unos años más si seremos tal… o haremos tal… Saber que hoy estoy en una parada en mi vida que hace 5 años atrás esperaba que fuera así, y aun me mantengo encantada de la vida, mantengo esa admiración por esas cosas tan simples y sencillas y a la vez tan hermosas. Vivo el día a día enamorada de esa dulce y espectacular melodía que la vida me entrega y lo complemento con lo que viví, con lo que algún día seré o algún día fui.

La calidad de musica existente en este momento son los sonidos que hacen de mi fiel compañia, y eso lo que aprecio tanto o mucho mas segùn el gusto, pero esto es lo que hoy me acompaña dia a dia y la que mola mis oiditos, Es musica ... Una buena compañia y un buen refugio cuando las cosas no van bien, el modo de expresar y de sentir es unica, creo que por ahora ha sido de gran ayuda y aun mas cuando no he encontrado respuestas o salidas a problemas que a traves de un bombo o una caja puedo expresarlo.

Miedo... ¿A perder qué?

Los miedos nos detienen y dejan sin acción apesar de existir sólo en nuestra mente y a carecer de argumentación real, asesinan anhelos, nublan la razón, señalan culpa. Y por lo mismo, siento que el trabajo para ser más felices y conocernos más está en descifrar qué tenemos que perder en esta vida que nos impide ser libres. Obviamente, cuando lo descubrimos viene lo complejo, porque hay que hacerse cargo y trabajarlo en conductas diarias. No, no es fácil, ¿Pero quién dijo que lo era?, en mi caso, ¿A que le temo?, ¿Que pierdo?, ¿Que pasos han impedido dar estos miedos?.
Hay que identificar los temores más arraigados y trabajar con ellos, pero jamás en contra. Sólo así, los días de mis noches y la noches de mis días tendran un significado más sustancioso, bendito y reconfortante como para disfrutar de una gratificante e infinita caída libre.